¿Por qué nos quemamos la piel en verano?: la mitad de los españoles lo sufre y no acude al médico
Abordar esta falta de concienciación es un factor clave para prevenir el desarrollo de lesiones de queratosis actínica
Es fundamental recordar que algunas lesiones pueden convertirse en cáncer de piel
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En los últimos años, y tras serias advertencias de médicos y especialistas sobre el peligro de no proteger la piel en exposiciones al sol, es cierto que se ha incrementado la venta de cremas solares para la protección de la piel, sin embargo, parece no ser suficiente pues, la mitad de los españoles sufre quemaduras solares al menos una vez al año y la mayoría (57,8%) nunca ha acudido a una revisión dermatológica, según un estudio realizado por Almirall a más de 2.500 participantes mayores de 35 años en España, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos.
Este verano, de nuevo, nuestro país sufrirá distintas olas de calor y el sol incidirá negativamente en la salud de nuestra piel si no la cuidamos y protegemos. La queratosis actínica es una enfermedad de alta prevalencia, que puede evolucionar a cáncer sin la atención adecuada.
La queratosis actínica (QA) es uno de los diagnósticos más frecuentes que realizan los dermatólogos, con una prevalencia estimada del 13,3% en la población europea y del 28,6% en la población española mayor de 45 años.
En los últimos años, la incidencia de la QA ha aumentado, principalmente debido al envejecimiento de la población y a los cambios en el comportamiento de las personas, que conllevan una mayor exposición a la radiación UV.
Para concienciar sobre la queratosis actínica y los riesgos de la exposición prolongada al sol, Almirall advierte de que más de un tercio de las personas que han sufrido queratosis actínica no saben qué la causa.
Por eso, la campaña de este año se centra en la relación entre la enfermedad y la exposición prolongada al sol, una de sus principales causas, y pretende animar a la población a realizar revisiones periódicas de la piel para detectar las lesiones de QA lo antes posible y reconocerlas para buscar el apoyo de profesionales.
«Las lesiones de queratosis actínica están estrechamente relacionadas con la sobreexposición a la luz ultravioleta del sol. Los datos de la encuesta de este año muestran que sigue existiendo una importante falta de concienciación sobre los riesgos a largo plazo de una exposición excesiva al sol sin la protección adecuada. Abordar esta falta de concienciación es un factor clave para prevenir el desarrollo de lesiones de queratosis actínica como formas previas de cáncer», declara el doctor Volker Koscielny.
«Es fundamental recordar que algunas lesiones pueden convertirse en cáncer de piel. La queratosis actínica, en particular, puede evolucionar a carcinoma de células escamosas si no se trata. Por ello, identificar y tratar de forma temprana las lesiones de queratosis actínica es esencial para reducir el riesgo de progresión de la enfermedad», señala el doctor Javier Cañueto, jefe del Servicio de Dermatología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
Esta cifra aumenta drásticamente en la franja de 35 a 44 años, con al menos una quemadura solar al año en seis de cada diez personas. La queratosis actínica es la afección dermatológica precancerosa más frecuente. Se estima que el 60 por ciento de los carcinomas de células escamosas, la segunda forma más común de cáncer de piel, se desarrollan a partir de lesiones de QA.